Durante los primeros cinco meses del año 2023, México experimentó un incremento en las importaciones de granos y oleaginosas. Según el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), estas importaciones alcanzaron los 14 millones de toneladas, lo que representa un crecimiento del 12,7% en comparación con el mismo periodo del año anterior.

En términos económicos, esto significó un gasto de 5.610 millones de dólares en la compra de maíz, soja, trigo, sorgo, frijol y arroz, lo que representa un aumento del 14,1% en comparación interanual.

Este incremento en las importaciones se debe a un aumento del 3,2% en el consumo aparente, que alcanzó las 25,2 millones de toneladas. Sin embargo, la producción nacional solo aportó 11,5 millones de toneladas, lo que indica un déficit en la oferta.

El valor de la generación de granos en México también experimentó una caída del casi 10%, ubicándose en 4,469 millones de dólares, lo que representa una disminución del 8.4% en comparación con el mismo periodo del año pasado.

El GCMA proyecta que la producción mexicana de granos y oleaginosas en 2023 alcanzará las 37.9 millones de toneladas, lo que representa un aumento del 3%. Sin embargo, la demanda se espera que aumente un 1,9%, superando los 68,1 millones de toneladas, lo que refleja una autosuficiencia de poco más del 55%. En consecuencia, se espera que las importaciones de granos y oleaginosas crezcan un 1%, alcanzando las 31,4 millones de toneladas.

Este escenario refleja la importancia de las importaciones para satisfacer la demanda interna de granos y oleaginosas en México, y resalta la necesidad de impulsar la producción nacional para lograr una mayor autosuficiencia en este sector clave de la economía agrícola del país.